SANTO DOMINGO.- En la conferencia dictada en la tarde de ayer en Baní, el profesor Marcelo Caruso Azcárate advirtió sobre los graves daños que provocará la combustión de carbón de las dos plantas de la termoeléctrica de Punta Catalina en la salud, en los sistemas productivos y en el medio ambiente de la provincia Peravia.
Con el salón parroquial de la Catedral Nuestra Señora de Reglas de la diócesis de Bani repleto de público y con la presencia de autoridades civiles y militares de la localidad, el profesor Caruso Azcárate explicó los impactos que produce la quema de carbón mineral para generar electricidad que son inherentes y exclusivos de este combustible fósil.
Sugirió a las organizaciones de la sociedad civil de la provincia la elaboración de una línea de base con estadísticas actuales sobre salud y con indicadores medioambientales como calidad del aire y de las aguas y sanidad vegetal, para que dentro de varios años se comparen estos datos, y se pueda observar y medir el deterioro causado por la contaminación del carbón.
Explicó que si no se logra convertir a Punta Catalina a gas natural como lo ha propuesto el Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC), la provincia debe monitorear la contaminación que causará el carbón y exigir compensación económica por los daños sufridos.
Señaló que en mundo entero, aún donde existen plantas de carbón muy avanzadas y con alta tecnología, se están cerrando, porque es imposible evitar que emitan una gran cantidad de dióxido de carbono que causa el cambio climático y erradicar la gran contaminación que producen con un alto costo en la salud pública.
“Si se quema carbón mineral, necesariamente se tendrán cenizas y escorias de carbón, material particulado y gases ácidos, además de C02, que impactarán en la población, en los cultivos, en el ganado, en el medio ambiente y en la atmósfera de todo el planeta”, aclaró.
Observó que los filtros contemplados por el estudio oficial de impacto ambiental de las plantas de Punta Catalina, no son de los de última generación que son los húmedos, sino secos, por lo que la retención de la micropartículas en la chimenea será muy limitada.
Indicó que la causa de la dirección del viento los gases ácidos, las micropartículas y las cenizas volarán hacia la zona más poblada y cultivada de la provincia, especialmente sobre la ciudad de Baní, incrementando los daños de la contaminación.
Planteó que la población de la provincia, particularmente las comunidades ubicadas en un área de 20 kilómetros de las plantas de Punta Catalina, comenzarán a padecer enfermedades respiratorias, cardiovascular, cerebrovasculares, alergias y cáncer pulmonar, entre otras.
Dijo que la situación será tan grave que comenzará a registrarse de forma ascendente cada año muertes prematuras especialmente en la población más vulnerable como la infancia y los envejecientes.
Expuso que en Colombia donde se padece la contaminación del carbón como consecuencia de su extracción y transporte, las organizaciones sindicales y comunitarias exigen medidas estrictas de mitigación y compensación económicas por los daños.
“Sin embargo, no hay forma de compensar una enfermedad crónica y catastrófica como es el infarto coronario o de cerebro o la muerte de una persona que hubiera podido vivir una larga vida gozando de salud”, comentó.
Afirmó que tan pronto se enciendan las plantas de carbón de Punta Catalina, Baní se despide del turismo y de la agricultura orgánica de exportación. “Las playas serán afectadas por las trazas de carbón como ha ocurrido con las de Santa Martha en Colombia, y las frutas como el mango y el aguacate, además de enfermarse y bajar su productividad, nadie las querrá por su alto contenido de carbono y de metales pesados”.
El obispo Víctor Masalles inició el acto con una oración invocando la protección del Señor ante los riesgos de la contaminación del carbón que amenaza a la provincia Peravia.
La presentación del conferencista, estuvo a cargo del economista y dirigente popular, Héctor Turbí y las palabras de clausura fueron pronunciadas por el profesor Esterlyn Jiménez, presidente de la seccional de la Asociación Dominicana de Profesores, ADP.
La conferencia de ayer en Baní del profesor Caruso Azcárate forma parte de un ciclo de conferencias e intervenciones públicas sobre el carbón que auspician el Observatorio Dominicano de Políticas Públicas de la UASD, el Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC), la seccional de la ADP de Baní y la ONG italiana Re:COMMON.
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